Me propongo acompañar a cada madre, cada padre, cada familia entendiendo su propia historia y su manera particular de enfrentar la crianza de sus hijos.
El principio es abandonar los preconceptos, las recetas.
Abrir los sentidos, escuchar lo que nos dicen, sostener con respeto.
Soy mamá yo también. Vivo a diario junto a Kike, mi marido, el remolino que significa estar criando niños queriendo no perdernos cada instante, pero sin perdernos a nosotros mismos en el intento.
Descubro algo todos los días, en casa y en la tarea de acompañar a quienes consultan. Aprendo. El que quiera, que se sume.
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