La partería es un oficio, pero también una filosofía. Consideramos un privilegio ser llamadas a atender actos tan sagrados como lo son el parto y el nacimiento. Creemos que además de conocer y utilizar la tecnología moderna, hay que conservar y practicar valores como la paciencia, el cariño y el respeto para quienes servimos. Estamos convencidas de que si ayudamos a que un nuevo ser sea recibido con suavidad, el mundo tendrá mejores oportunidades de ser un mundo de paz.
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